El inesperado choque OM – PSG, dos días después del evento, promete un intenso encuentro en el Vélodromo Naranja. El equipo parisino enfrenta este partido con varias ausencias físicas importantes, como João Nève, Désiré Douët y Ousmane Dembélé, que podrían afectar la eficacia ofensiva del equipo. Por su parte, Olympique de Marsella también tiene que hacer frente a las incertidumbres, incluida la indisponibilidad de Hamed Traoré y la precaria situación de Nayef Aguerd, todavía bajo el protocolo de conmoción. A pesar de estos desafíos, OM confía en la creatividad de su entrenador Roberto De Zerbi y el éxito de Mason Greenwood para sorprender a su rival, mientras confía en el apoyo de su audiencia.
El resultado de este Clásico está abierto, con una predicción de un empate 2-2. Ambos equipos deben encontrar el camino a la red, con OM potencialmente aprovechando las principales ausencias de PSG para adoptar espacios agresivos de presión y explotación, mientras que PSG confiará en jugadores como Gonçalo Ramos y Bradley Barcola para dinamitir la defensa de Marsella. Esta reunión, rica en historia y rivalidad, podría mantener bien todas sus promesas en términos de espectáculo y metas, aunque ninguno de los dos gigantes debe tomar una ventaja decisiva en la puntuación.
Sin embargo, el optimismo se ve atenuado por las dudas expresadas por Christophe Dugarry, que era particularmente grave hacia la OM. El antiguo internacional francés cree que a pesar de las lesiones, el PSG mantiene una ventaja significativa y una superioridad técnica abisal. Subrayó la diferencia de nivel entre los dos equipos, sobre todo sobre la base de la actuación de la OIM contra el Real Madrid, y advirtió contra la posibilidad de una inversión de la jerarquía por Marsella. Dugarry dudó que la OM pudiera competir eficazmente con la máquina colectiva de PSG, dejando pocas esperanzas para un resultado favorable para Marsella.