El Ayuntamiento de Milán se opone activamente a la venta de San Siro y sus alrededores a los clubes de fútbol AC Milan y Inter Milan. Se ha propuesto una resolución que permite a ambos equipos adquirir el terreno, allanando el camino para un nuevo proyecto de fase. Esta nueva etapa implicará la demolición de alrededor del 90% de la estructura existente. Sin embargo, esta propuesta es un tema de considerable controversia dentro del ayuntamiento, según informó el periódico italiano La Repubblica, a través de FCTerNews.
La resolución de venta del estadio se enfrenta a importantes críticas de los funcionarios electos de derecha, que denuncian que no respetan los plazos para convocar al comité. Del mismo modo, el proyecto se reúne con la oposición de los representantes electos de izquierda, algunos pidiendo una consulta específica del asesor ambiental, Elene Grandi, que ya ha expresado su desacuerdo. El propio consejo municipal ha expresado una negativa formal sobre esta cuestión, señalando la falta de iniciativa en la adopción de decisiones, simplemente examinando y votando sobre resoluciones.
El vicepresidente del comité “Sí Meazza”, Claudio Trotta, destacó la importancia financiera de San Siro, considerando que los ingresos generados por los conciertos de alquiler en junio y julio (unos 10 millones de euros) son casi equivalentes a las sumas que Milán y Inter deben anualmente al consejo. Esta autonomía financiera sugiere que el estadio podría ser viable independientemente de los dos clubes de fútbol.