El choque entre Olympique de Marsella (OM) y París Saint-Germain (PSG), programado para la noche del domingo, se espera con una intensidad particular y podría tener consecuencias significativas para la temporada OM. El equipo de Marcel Koller se beneficia del regreso de Nayef Aguerd, defensor central, tras un protocolo de conmoción. Sin embargo, OM tendrá que lidiar con la ausencia de Geoffrey Kondogbia, que sufre de un becerro, y Hamed Traoré. El entrenador también tendrá que decidir sobre la composición de la defensa lateral izquierda, entre Emerson Palmieri y Amir Murillo. Este partido marca un punto de inflexión en la dinámica del equipo, que también se prepara para una pasantía de cohesión en Roma. La organización del partido podría verse comprometida por condiciones meteorológicas adversas, con tormentas anunciadas, lo que permite la posibilidad de un aplazamiento, aunque la prefectura ha confirmado por el momento la continuación.
Al mismo tiempo, las relaciones entre OM y FC Nantes se han deteriorado considerablemente en los últimos meses. Las tensiones entre los presidentes Pablo Longoria y Waldemar Kita alcanzaron un clímax en la última junta de la Liga Profesional de Fútbol (LFP). Estas fricciones son alimentadas por varios casos, incluyendo disputas sobre arbitraje, intentos de comprar jugadores de respaldo y disputas financieras relacionadas con las transferencias de Quentin Merlin y Valentin Rongier. Nantes rechazó cualquier negociación siguiendo un enfoque considerado irrespetuoso de la OM con respecto a Merlin. Estas disputas deportivas y financieras crearon un clima de desconfianza mutua, dificultando el establecimiento de relaciones cordiales entre los dos clubes.
Más allá de estas cuestiones específicas, el choque OM-PSG ha generado una fuerte movilización de partidarios y autoridades. Cualquier cambio en el calendario representaría una limitación logística significativa para clubes, emisoras y espectadores. OM y PSG continúan sus preparativos a la espera de nuevas orientaciones de las autoridades competentes. El público de Marsella espera una actuación brillante de su equipo contra su rival parisino, mientras espera la confirmación del partido. Las tensiones persistentes con Nantes añaden complejidad adicional a la situación, destacando la fragilidad de las relaciones entre los clubes Ligue 1.