El EMS de Leverkusen sufrió una derrota de 3-1 contra Bayer Leverkusen, un equipo contra el cual el EMS no ha podido ganar desde 2014. A pesar de un prometedor comienzo de la temporada, el equipo de Frankfurt no pudo realizar sus oportunidades en la primera mitad de la temporada, gracias en particular a escribir errores y decisiones tácticas carentes de precisión. La entrada de Jonathan Burkardt, que esperaba impulsar el ataque, no era suficiente para invertir la tendencia. Los jugadores ofensivas encuentran difícil integrarse en los procesos de juego y crear situaciones peligrosas frente a la meta opuesta.
La primera mitad vio a Bayer Leverkusen tomar el ascendente, con objetivos de Alejandro Grimaldo en patada libre y Patrick Schick en penalización. El EMS tenía algunas oportunidades, especialmente con Michael Zetterer y un intento de Schick, pero no sabía cómo convertirlas en metas. La defensa de Leverkusen fue fuerte, lo que dificulta que los atacantes de Frankfurt rompan. La segunda mitad fue más equilibrada, con el objetivo de Can Uzun para el EMS, pero las oportunidades se han vuelto más difíciles.
A pesar de una recuperación en la segunda mitad y la introducción de jugadores ofensivos como Batshuayi y Wahi, el SGE no logró marcar otros objetivos. Un tiro libre de Grimaldo selló la victoria de Leverkusen. El equipo de Dino Topmöller debe trabajar en su precisión frente a la meta, su organización defensiva y la integración de nuevos jugadores como Burkardt. La próxima reunión de la Champions League contra Galatasaray Estambul representa una oportunidad para corregir el tiro y mostrar un rostro mejor.