El entrenador Dino Toppmöller analizó la derrota 1:3 de su equipo contra Bayer 04 Leverkusen, calificandola como “merecida ganadora” para el oponente. Según él, el juego fue marcado por un momento clave cuando una puerta libre de Grimaldo combinado con una violación de Rasmus Kristensen. Esta última acción desafortunadamente llevó a una lesión muscular indefinida para el jugador danés, impidiéndole participar en el próximo partido de Champions League contra Galatasaray Estambul. Toppmöller destacó la importancia de Kristensen en el equipo y el dolor que su ausencia representa, especialmente en la cara de un equipo tan fuerte como Leverkusen.

Después del juego, Toppmöller detalló las dificultades encontradas por su equipo, señalando la falta de toma de decisiones y una pérdida excesiva de globos, permitiendo a Leverkusen crear muchas oportunidades peligrosas. Aunque reconoció algún control del juego y algunas buenas fases, sintió que el equipo no logró amenazar significativamente la jaula opuesta. También señaló que a pesar de tres patadas exitosas, la victoria de Leverkusen estaba asegurada. Toppmöller insistió en que su equipo no ha sido “suficientemente limpio” y no ha realizado sus oportunidades, especialmente en el último tercio del juego donde la toma de decisiones es crucial.

El entrenador también mencionó aspectos a mejorar para los próximos juegos, especialmente contra más oponentes defensivos, donde se necesitarán soluciones rápidas en espacios reducidos. También se discutió el uso conjunto de Michy Batshuayi y Elye Wahi en el borde de corte, con alas que han sido demasiado poco peligrosas. Toppmöller reconoció que el equipo había probado muchas acciones en las alas, pero sin eficiencia real. Concluyó destacando que, a pesar de estas debilidades, no era el momento de precipitarse en los cambios, y que el equipo ahora se centraría en el juego crucial contra Galatasaray Estambul, en ausencia de Rasmus Kristensen.