En su primer partido de Champions League, Bayer Leverkusen hizo un sorteo de 2-2 contra el FC Copenhague en Dinamarca. El equipo alemán experimentó dificultades en casa, y el resultado del partido estaba más cerca de una derrota que cualquier otra cosa. La fase final resultó particularmente emocionante, especialmente después de la igualdad de Alejandro Grimaldo en el minuto 82. Copenhague había aprovechado desde el noveno minuto gracias a Jordan Larsson y mantenido esta ventaja hasta entonces.

Sin embargo, la esperanza alemana fue corta. Sólo cuatro minutos después de la igualdad de Grimaldo, Robert Silva volvió a dar ventaja a Copenhague. La situación fue más complicada al final del juego, con un objetivo contra su campamento Pantelis Hatzidiakos, sellando la puntuación final de 2-2. Esta inversión subraya la tensión e incertidumbre que caracterizó el juego.

Después del juego, el entrenador de Bayer Leverkusen Kasper Hjulmaand expresó su satisfacción con la puntuación. Destacó que el equipo sigue en fase de aprendizaje, especialmente con un grupo relativamente nuevo de jugadores. Por lo tanto, esta reunión fue una experiencia valiosa para Bayer Leverkusen, permitiéndoles probar sus habilidades y progreso como equipo.