El sábado, Valencia FC se enfrentó a Bilbao atlética en Mestalla, un partido históricamente difícil para Valencia, que ganó sólo un partido contra este equipo vasco en seis partidos, con dos partidos y tres derrotas. Esta reunión es particularmente crucial para Valencia después de su reciente derrota contra el FC Barcelona. La Bilbao atlética llegó en forma, después de una exitosa temporada de 2023-2024 donde terminaron cuarto en LaLiga, calificando para la Supercup, mientras que Valencia, a pesar de una temporada creciente, perdió sus ambiciones europeas. El equipo de Valencia para este partido incluye a Mamaрдаshvili, Cristhian Mosque, Diakhaby y otros jugadores clave, mientras que el Athletic Bilbao alinea a Unai Simón, Lekue, Vivian y otros jugadores importantes. Este partido también marca la salida de Mamaрдаshvili y Jaume, dos importantes jugadores de Valencia que no renovarán su contrato. La historia de los enfrentamientos entre los dos equipos de Valencia es ligeramente favorable a Valencia, con 51 victorias contra 15 para los partidos atléticos y 24.

La situación es complicada para el atlético Bilbao debido a problemas de lesión, incluyendo la ruptura del ligamento cruzado izquierdo de Beñat Prados, un jugador con lesiones regulares. El incidente más reciente se refiere a la prohibición de jugar para Iñigo Ruiz de Galarreta, siguiendo una tarjeta amarilla recibida en el último partido contra Deportivo Alavés. El Comité Disciplinario de la Federación examinó el caso y finalmente decidió levantar la prohibición. Esta decisión se basa en la ausencia de pruebas de vídeo claras de falta de conducta intencional por parte de Ruiz de Galarreta, y en el principio de que se presume que las decisiones arbitrales son correctas, salvo en los casos de error material manifiesto. El Comité hizo hincapié en la necesidad de contar con pruebas irrefutables para impugnar un laudo arbitral, sobre la base de las normas y los precedentes judiciales.

En conclusión, el Comité Disciplinario consideró que la falta de pruebas de conducta intencionada por parte de Iñigo Ruiz de Galarreta confirma que no existe ningún error material en la decisión arbitral original. Por lo tanto, se levanta la prohibición de jugar para este jugador. El Grupo examinó detenidamente las pruebas presentadas por ambos clubes y concluyó que no se había demostrado un error material manifiesto. Esta decisión es compatible con los principios de la presunción de veracidad de las decisiones arbitrales y los precedentes judiciales en la impugnación de las decisiones disciplinarias.