Henrry Staněk expresó su decepción después del partido de Champions League contra Bodö / Glimt, destacando que incluso su actuación individual no era suficiente para garantizar la victoria en Slavia Praga. Lamentó los errores del equipo, incluyendo la pérdida de la ventaja de 2-0 y la falta de concentración, culpando personalmente por esta situación. A pesar de un sólido rendimiento, Staněk sintió una profunda decepción, pero dijo que tenía que centrarse en prepararse para el próximo juego en Liberec. También mencionó el impacto negativo del comportamiento antideporte de algunos jugadores opositores, como David Doudera, en la tensión del juego.

La histórica victoria de Bodö / Glimt, marcada por una meta de Daniel Bassi en el último momento, fue ampliamente retransmitida por los medios noruegos. Esta actuación se compara con la de Zinédine Zidane en la final de la Champions League 2002 y representa un momento importante para el fútbol noruego, ya que es la primera calificación de un club noruego en la Champions League desde 2007. Los jugadores de Glimt han demostrado gran determinación, superando las dificultades y provocaciones de algunos oponentes.

El incidente que rodeaba la penetración de un jugador de Slavia Praga antes de la patada de reparación fue particularmente controvertido, lo que dio lugar a una extensión del tiempo de juego debido a la intervención del video árbitro. Este evento agudizó la frustración de los partidarios y fue fuertemente criticado por el entrenador de Glimt, Kjetil Knutsen, quien llamó “cínico” al comportamiento de Slavia. A pesar de la decepción, Staněk destacó la importancia del análisis del juego para mejorar y comprometerse a trabajar duro para vencer a Liberec, reconociendo al mismo tiempo la decepción y la vergüenza sentida después de este juego.