En el primer partido de la UEFA Champions League, Galatasaray sufrió una derrota significativa contra Eintracht Frankfurt, cayendo en la puntuación de 5-1. La reunión, que tuvo lugar en Estambul, fue marcada por una severa crítica de observadores de las opciones tácticas del entrenador Okhan Buruk. La composición defensiva, en particular el uso del dúo Wiilfried Singo y Davinson Sánchez, fue especialmente señalada por su falta de coordinación y vulnerabilidad, lo que permitió a Frankfurt marcar objetivos fáciles.
La actuación de Leroy Sané, quien participó en esta reunión, también atrajo fuertes críticas. Considerado muy por debajo de las expectativas, ha sido relevado en gran medida por los medios alemanes. Fuentes como el Kölner Stadt-Anzeiger reportaron que Sané fue confrontado con la indignación de los fans después del juego, lo que ilustra la decepción general con su falta de impacto en el campo.
Más allá de la actuación individual, la derrota de Galatasaray planteó preguntas más amplias sobre la capacidad del equipo para competir con los principales clubes europeos. La decepción de los fans y la crítica de los medios subrayan la importancia de una revisión completa de la estrategia y composición del equipo para los próximos juegos. La situación de Sané en particular se ha convertido en un punto central de las discusiones, reflejando las grandes apuestas de la competencia.
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