La Olympique de Marsella sufrió una fuerte derrota contra el Real Madrid (2-1) el primer día de la Champions League, a pesar de una actuación alentadora. El equipo abrió la puntuación con Timothy Weah, pero el Real Madrid reaccionó rápidamente con una penalización transformada por Kylian Mbappé. Goaltender Gerónimo Rulli hizo numerosos desfiles para mantener a OM en el juego, mientras que el equipo de Roberto De Zerbi trató de construir su juego con una posesión ligeramente superior. Un punto de inflexión en el juego fue la expulsión de Dani Carvajal, ofreciendo una ventaja digital a OM, que luego creó varias oportunidades francas. Sin embargo, una mano de Facundo Medina permitió al Real Madrid anotar una segunda penalidad, transformada por Mbappé, sellando la victoria de Madrilene. A pesar de la derrota, OM mostró signos de esperanza para el resto de la competencia.
En previsión de la conmoción del quinto día de Ligue 1 contra París Saint-Germain, el entrenador de OM Luis Enrique anunció que no repetiría su experiencia de liderazgo anterior de los stands. Prefiere volver a una posición más tradicional en el campo, creyendo que la intensa atmósfera del OM-PSG Classic requiere su presencia junto a sus jugadores. Esta decisión también está motivada por preocupaciones de salud, incluyendo una lesión de clavícula después de una caída en bicicleta. Enrique había experimentado anteriormente la dirección de los stands con un auricular de audio y visión panorámica, un método que encontró interesante para el análisis de juego y la comunicación de media jornada.
La elección de Luis Enrique subraya la particular importancia de este partido contra el PSG, que va más allá de un mero partido de campeonato. Es un evento importante del fútbol francés, marcado por la rivalidad histórica entre los dos clubes. La derrota contra el Real Madrid, aunque amarga, sugiere un potencial para OM en la Champions League, y el próximo partido contra PSG representa una oportunidad para confirmar esta dinámica. La atmósfera eléctrica esperada para este Clásico es un testamento de las apuestas deportivas y el apego apasionado de los fans de ambos equipos.