La Olympique de Marsella tuvo una semana llena de eventos, comenzando con la extensión de contrato de Joel Ordóñez con Club Brujas hasta 2029. Esta decisión, a pesar del fuerte interés de OM y de la voluntad de Ordóñez de unirse al Mediterráneo, testimonia la importancia del jugador en el proyecto Brujas y podría permitir el futuro valor añadido en caso de transferencia. Al mismo tiempo, el club logró reclutar a Matt O’Riley de Brighton, un préstamo sin opción para comprar orquestado por Mehdhi Benatia tras un conflicto entre la comunidad danesa y su entrenador. Esta llegada, vista como una oportunidad para fortalecer la defensa, ilustra la capacidad de OM para aprovechar las oportunidades tardías y adaptarse a las necesidades del equipo.

OM también señaló la atención más allá de las transferencias. El experimento de Luis Enrique, que había liderado a sus jugadores de los stands de los juegos anteriores, fue abandonado por el choque del quinto día contra el PSG. El entrenador español, preocupado por su estado de salud y el ambiente particular del Clásico, prefirió el regreso a una posición tradicional al borde del campo. Esta decisión subraya la importancia estratégica de este partido, un acontecimiento importante del fútbol francés marcado por la rivalidad histórica.

Por último, el club fue víctima de una polémica decisión arbitral en el partido contra el Real Madrid en Santiago Bernabéu. Una pena disputada cambió el curso del juego, causando indignación entre muchos observadores y partidarios de Marsella. Jamie Carragher, ex jugador de Liverpool, describió esta pena como una de las más indignantes jamás vistas, creyendo que el gesto defensivo de Medina no merecía ninguna sanción. Esta controversia renueva el debate sobre el uso del VAR y la interpretación de las manos en la superficie, destacando la continua frustración con las decisiones arbitrales percibidas como injustas.